Aforismo V
Le comento a mi amigo Enrique que, según todos los expertos analistas y gurús del momento, estamos en la era de la posverdad.
Ya no se necesitan, por tanto, análisis tan profundos; pues lo profundo y lo menos profundo descubren lo mismo.
Como nos dice don Miguel de Unamuno sobre su libro Vida de Don Quijote y Sancho, que «escribí aquel libro para repensar el Quijote contra cervantistas y eruditos, para hacer obra de vida de lo que era y sigue siendo para los más letra muerta. ¿Qué me importa lo que Cervantes quiso o no quiso poner allí y lo que realmente puso? Lo vivo es lo que yo allí descubro, pusiéralo o no Cervantes, lo que yo allí pongo y sobrepongo y sotopongo, y lo que ponemos allí todos».
O sea, lo mismo que indicaba Friedrich Nietzsche y que la Wikipedia que todo lo sabe recoge: «Dios ha muerto» no quiere decir literalmente que «Dios está efectivamente muerto»; es la manera de Nietzsche de decir que la idea de Dios no es capaz de actuar como fuente del código moral o teleológico.
Todo lo que está ocurriendo es la vida misma colocándonos en el centro de las contradicciones.
La vida es muy sabia, solo presenta problemas a aquellos que tienen la capacidad de resolverlos.
Es tiempo de poner, sobreponer y sotoponer lo que sea adecuado poner, sobreponer y sotoponer.
Pero hacerlo de forma natural, sin tanto análisis racional que oculta con siete velos la realidad que, para los eruditos, es letra muerta. Pues los muertos es lo único que pueden producir. Ya lo dijo el de Nazaret: «Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tú, que estás vivo, sígueme».
Energía o Materia, Mucha Información o Poca Información, todo esto nos enreda en un mundo de apariencias. Lo importante a definir es hacia dónde vamos. La naturaleza lo tiene claro, pero el ser humano deambula como un zombie. The Cranberries, en los años 90, en la letra de su canción Zombie lo supieron definir muy bien. ¿Qué hay en las cabezas?
El ser humano necesita con urgencia una causa, pero una causa que nos una a todos y nos haga avanzar hacia algún fin compartido superando el actual juego de lucha y peleas por el que nos venimos caracterizando como especie. Busquemos soluciones a través de la imaginación y pongamos a prueba nuestras capacidades para conseguir, sin violentar, nuestros objetivos. Pues la violencia solo genera violencia.
La realidad objetiva de este mundo ¿por quién es producida? ¿dónde ubicamos el Locus de Control? El Locus de Control (LC) es un término que se usa en psicología que se refiere a la percepción que tiene una persona sobre las causas de lo que pasa en su vida. ¿De qué queremos ser conscientes? ¿En qué estado de conciencia queremos vivir? ¿Qué realidad deseamos que sea objetivada? Tal vez la conciencia sea la que cree la realidad, la cual esta objetiva, o viceversa. En todo caso Marcela Allen Herrera o Laura Arrojo pueden hacernos más accesible el pensamiento de Neville Goddard sobre este apasionante tema y, el uso creativo de la imaginación, nos pueda ayudar a desentrañar esta cuestión. "To be, or not to be, that is the question" como lo enunciaría William Shakespeare.
Le comento a mi amigo Enrique que, según todos los expertos analistas y gurús del momento, estamos en la era de la posverdad.
Ya no se necesitan, por tanto, análisis tan profundos; pues lo profundo y lo menos profundo descubren lo mismo.
Como nos dice don Miguel de Unamuno sobre su libro Vida de Don Quijote y Sancho, que «escribí aquel libro para repensar el Quijote contra cervantistas y eruditos, para hacer obra de vida de lo que era y sigue siendo para los más letra muerta. ¿Qué me importa lo que Cervantes quiso o no quiso poner allí y lo que realmente puso? Lo vivo es lo que yo allí descubro, pusiéralo o no Cervantes, lo que yo allí pongo y sobrepongo y sotopongo, y lo que ponemos allí todos».
O sea, lo mismo que indicaba Friedrich Nietzsche y que la Wikipedia que todo lo sabe recoge: «Dios ha muerto» no quiere decir literalmente que «Dios está efectivamente muerto»; es la manera de Nietzsche de decir que la idea de Dios no es capaz de actuar como fuente del código moral o teleológico.
Todo lo que está ocurriendo es la vida misma colocándonos en el centro de las contradicciones.
La vida es muy sabia, solo presenta problemas a aquellos que tienen la capacidad de resolverlos.
Es tiempo de poner, sobreponer y sotoponer lo que sea adecuado poner, sobreponer y sotoponer.
Pero hacerlo de forma natural, sin tanto análisis racional que oculta con siete velos la realidad que, para los eruditos, es letra muerta. Pues los muertos es lo único que pueden producir. Ya lo dijo el de Nazaret: «Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tú, que estás vivo, sígueme».
Energía o Materia, Mucha Información o Poca Información, todo esto nos enreda en un mundo de apariencias. Lo importante a definir es hacia dónde vamos. La naturaleza lo tiene claro, pero el ser humano deambula como un zombie. The Cranberries, en los años 90, en la letra de su canción Zombie lo supieron definir muy bien. ¿Qué hay en las cabezas?
El ser humano necesita con urgencia una causa, pero una causa que nos una a todos y nos haga avanzar hacia algún fin compartido superando el actual juego de lucha y peleas por el que nos venimos caracterizando como especie. Busquemos soluciones a través de la imaginación y pongamos a prueba nuestras capacidades para conseguir, sin violentar, nuestros objetivos. Pues la violencia solo genera violencia.
La realidad objetiva de este mundo ¿por quién es producida? ¿dónde ubicamos el Locus de Control? El Locus de Control (LC) es un término que se usa en psicología que se refiere a la percepción que tiene una persona sobre las causas de lo que pasa en su vida. ¿De qué queremos ser conscientes? ¿En qué estado de conciencia queremos vivir? ¿Qué realidad deseamos que sea objetivada? Tal vez la conciencia sea la que cree la realidad, la cual esta objetiva, o viceversa. En todo caso Marcela Allen Herrera o Laura Arrojo pueden hacernos más accesible el pensamiento de Neville Goddard sobre este apasionante tema y, el uso creativo de la imaginación, nos pueda ayudar a desentrañar esta cuestión. "To be, or not to be, that is the question" como lo enunciaría William Shakespeare.